LOS DIARIOS DEL RON (65%)

ESTRENO 04/05/2012


   En 1998 se estrenaba la cinta del ex Monty Python Terry Gilliam (Brasil, 12 monos)  “Miedo y asco en la Vegas” con Johnny Depp (Eduardo manostijeras, Dead man) y Benicio del Toro (21 gramos, Traffic) en cabeza de cartel y cuyo argumento daba pie, dos tíos puestos de drogas hasta los topes, a las interpretaciones más rocambolescas de ambos actores. Aquel título adaptaba la novela del escritor americano Hunter S. Thompson (1937-2005) y ahora se vuelve a tomar como base otra novela del escritor, de nuevo protagonizado por Depp que suma faceta de productor, para contar la historia de Kemp, escritor alcohólico incapaz de acabar nada que se proponga, que decide aceptar un vacante en “La Estrella”, un diario local de Puerto Rico de los años 60. Comenzará a redactar pequeños artículos a la vez que observa un país que con tal de preservar el idílico “sueño americano” será capaz de aplastar todo lo que se ponga por medio, incluyendo la gente del lugar.

   “Los diarios del ron” es una película donde esa preciada bebida no falta en casi ninguna de las escenas pero no deja resaca. Esto se debe a que la novela que adapta y se encarga de dirigir el inglés Bruce Robinson, tal vez más conocido en su faceta de guionista (nominado al Oscar por Los gritos del silencio e In dreams) que como director (Jennifer 8), es una historia amena, con cierto toques de humor, buenos actores y las hermosísimas calles de Puerto Rico como telón de fondo.

   La trama que va saltando del drama a la comedia y después a la denuncia social se nos narra a través del personaje que encarna Johnny Depp, un actor en mi opinión sobrevalorado sobre todo por el rollo que tiene eso de ser el pupilo de Tim Burton (Big Fish, Sleepy Hollow). Creo que gran parte de sus interpretaciones son demasiado reiterativas y lo único que cambia es el envoltorio. De hecho me gustan más sus trabajos “al natural” como “Donnie Brasco” o “Descubriendo nunca jamás” que muchos de los elogios a otros papeles como la reciente “Alicia en el país de las maravillas”. Por ello el papel que ahora ofrece me gusta, me convence porque sin ser especialmente destacable, al tener que interpretar en casi todas las escenas un hombre borracho no acude a sus famosos gestos a lo “Jack Sparrow” que francamente ya cansan. Esto tan sólo ocurre en una escena, en cuanto la veáis sabréis de que hablo, pero creo que es necesaria y bien planteada. En el resto de la trama está contenido y lo más importante, creíble. El reparto que arropa a Johnny hace que la cinta funcione bien: Aaron Eckhart (El caballero oscuro, el núcleo), Richard Jenkins (The visitor, ¿Bailamos?) o Michael Rispoli (Rounders, Asalto al Pelham 1,2,3). La actriz Amber Heard (Furia ciega, Bienvenidos a Zombieland) dejando a un lago su innegable belleza y su tremendo parecido a Keira Knightley (Piratas del Caribe) creo que ofrece un papel, sino el mejor en su breve carrera, sí que el más maduro a pesar de un pobre desarrollo. Por último Giovanni Ribisi (60 segundos, Salvar al soldado Ryan) que en lo que a estilismo se refiere le está pasando lo contrario que al camaleónico Nicolas Cage. Si este último cambia de look en cada nuevo y esperado trabajo, Ribisi te puede robar el coche, disparar en la Segunda Guerra Mundial o amenazar a Mark Wahlberg que siempre llevará el mismo corte de pelo y afeitado. Debajo de esta fachada creo que la interpretación no varía mucho de uno a otro proyecto. No me malinterpretéis. No me parece mal actor el muchacho, simplemente veo siempre el mismo personaje.

   Ahora en cartelera tenemos “La fría luz del día” rodada prácticamente en su totalidad en la calles de Madrid. Esta cinta es un ejemplo del valor que tiene el director de fotografía a la hora de escoger la localizaciones, la forma de rodarlas e intentar sacar el máximo partido a una ciudad. Mientras que en este título el trabajo de planificación es desastroso, entiendo que también por problemas con los derechos de donde puedes y donde no puedes rodar y que calles quiero que saques y cuales no, en “Los diarios del ron” el trabajo que hace Dariusz Wolski (Prometheus, Sweeney Todd) apoyado por la partitura de Christopher Young (Arrástrame al infierno, Jóvenes prodigiosos) es cuanto menos destacable. Puerto Rico y sus calles son muy cinematográficas al igual que las calles de Madrid siempre y cuando se sepa hacer.

   Una película ligera, amena, tal vez no diferente a lo ya visto pero si con unos actores que hacen que la función no decaiga.

F.J (@Rocabay)


0 comentarios:

Publica un Commentario

Las Críticas Más Leidas