CRITICA EL PROFESOR (DETACHMENT) (80%)



   Una vuelta a los barrios marginales habitados por personajes marginales. Esto es lo que vuelve a propone el director Tony Kaye después de que en 1998 rodase su título más emblemático, “American History X”, donde consiguió una nominación al Oscar para Edward Norton (El club de la lucha, Las dos cara de la verdad) así como lograr una notable interpretación del olvidado Edward Furlong (Terminador 2). Esta cinta y ahora “El profesor” toman como marco de actuación personajes extremos en situaciones extremas y que Tony demuestra un dominio absoluto.

   Un instituto cualquier en una ciudad cualquiera. Henry Barthes, al que da vida Adrien Brody (El pianista, Hollywoodland, Midnight in Paris), interpreta a un profesor suplente que acude para cubrir una vacante por un breve periodo de tiempo. A través de sus ojos somos testigos de las múltiples situaciones que pueden ocurrir dentro y fuera de esas paredes.

   El guión que escribe el debutante Carl Lund toma la forma de falso reportaje. Sus diálogos y situaciones respiran veracidad. Esta escrito de tal manera que da pie a que tanto actores principales como secundarios tengan sus escenas destacables o en algún caso enmarcables. Empezando por Adrien brody, un tanto olvidado desde que ganase el Oscar en 2002 por “El pianista”, regalando escenas como las del asilo o ese abrazo final a una alumna totalmente hundida que demuestran porque uno es merecedor de la preciada estatuilla. James Caan (El padrino, Misery) posee una única escena que consiste en diálogo tutor/alumna pero dificilmente olvidable. Marcia Gay Harden (La niebla, Mystic River), Christina Hendricks (Drive, Mad men) o Tim Blake Nelson (O Brother, Minority Report). La única capaz de compensar la balanza con respecto a la actuación de Brody es la jovencísima Sami Gayle (Contrarreloj) gracias a la construcción de un personaje que ayuda a crear una deliciosa trama paterno-filial muy similar a la de “León, el profesional”.

   Acostumbrado a conjugar las funciones de director/director de fotografía Kaye no sólo se apoya en un libreto que mediante testimonios a cámara finge ser un documento real. La cámara también favorece esa sensación mediante el uso de una fotografía que busca una luz realista, sin artificios, el uso de un zoom exacerbado y un inteligente uso del gran angular para aislar aún más a los personajes primero dentro de la historia y después entre sí. Por último, aunque la cinta se mueve en el terreno de lo real, esto se rompe en determinadas ocasiones con la inserción de fragmentos del pasado que otorgan a la escena un cierto lirismo.

   No nos encontramos ante una película más de “profesor suplente”. Es una cinta inteligente que si bien es cierto que se le puede achacar el hecho de utilizar excesivos blancos y negros con carencia de grises me parece que las interpretaciones/situaciones logradas aquí logran fácilmente atrapar al espectador y éste lo va a agradecer.

2 comentarios:

  1. Anónimo dijo...

    Sólo los valientes con sensiilidad e inteligencia apreciarán la película

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